Instrucciones para usar bien el cuerpo - Revista el Federal - Septiembre 2005

Nota publicada en la revista el Federal en Septiembre 2005 Entrevista con Frida Kaplan publicada en la revista El Federal nº70, 8 de septiembre de 2005 Por Mariana Moore La eutonía, disciplina occidental creada en los años '30, apunta a un bienestar integral basado en el equilibrio del tono psico-físico. El cuerpo duele. Se tuerce, se contrae, se pone rígido, se pone laxo. Se queja y responde a lo que lo rodea, a los trabajos que se le imponen, a las órdenes confusas que se le imparten. Y uno dictamina: "Lo que pasa es que tengo escoliosis". "Artrosis". "Reuma". "Lo que pasa es que trabajo parado". "Agachado". "Inclinado". Y da el caso por cerrado: a sufrir se ha dicho. Sin embargo hay personas que opinan que esto no tiene por qué ser así, y pueden hacer mucho al respecto. Desde la eutonía, Frida Kaplan es una de ellas. Tal es su entrega, su convencimiento y, hay que reconocerlo, su talento que, para la mayoría, el sólo hecho de entrar en su estudio sirve de disparador para un reacomodamiento tanto físico como emocional. Se trata", explica Frida, "de aprender a observarse: '¿tengo conciencia de la curvatura cervical?' '¿tengo conciencia de la estructura ósea, o son mis partes blandas, en tensión, las que sostienen mi parte ósea?'". Dicho así puede sonar un poco alejado de las posibilidades cotidianas de una persona " cualquiera; sin embargo, es asombroso cómo la eutonía puede acompañarnos fácilmente en nuestra cotidianeidad. Eso sí: hay que estar dispuesto a un momento de concentración, de auto-observación. A buscar las propias soluciones de adentro hacia fuera. (Y no necesariamente será más rápido el efecto de un anti-inflamatorio que el de un trabajo eutónico). La eutonía fue creada en los años '30 por Gerda Alexander, bailarina y profesora de la Escuela Rítimica de Dalcroze, en Dinamarca. A diferencia de otras disciplinas de trabajo corporal, la eutonía fue creada por y para el ser occidental. Su intención es poder realizar un aprendizaje a partir de la observación del uso -en especial del mal uso- que se le da al cuerpo. En Argentina fue introducida por su discípula Berta Vishnivertz, que fundó en Buenos Aires la primera Escuela Latinoamericana de Eutonía. Allí se formó Frida Kaplan, y más tarde creó su propio método para un "embarazo y parto eutónico". La palabra "eutonía" significa "tono equilibrado" y ése es el objetivo primordial de esta disciplina. Frida explica que "para que se modifique el tono (se trabaja el cuerpo pero los alcances de ese trabajo llegan a todo el ser) es imprescindible que la atención esté siempre presente, con la intención de liberar la tensión. La atención debe permitir realizar cada movimiento sin esfuerzo". Sin embargo, aclara, y con énfasis, "no se trata de un trabajo mental, ni de 'control mental'. Es un trabajo corporal en el cual la observación está presente". Una observación, señala Frida, que no tiene que ver con la interpretación. Y que a veces, en el caso de dolencias menores, puede en sí misma funcionar como respuesta. Hay casos en que basta observarse para comprender que uno vive con las mandíbulas en tensión, o con el espacio debajo de las axilas apretado: usos del cuerpo que pueden desembocar en padecimientos que a veces los médicos se apresuran a medicar, y que podrían aliviarse a través de la auto-observación. En efecto, si bien gran parte de una clase de eutonía suele transcurrir en posición horizontal, éste es un trabajo que no tiene nada que ver con el abandono y la ensoñación. Por el contrario, la mente debe estar especialmente atenta, concentrada en dirigir la atención a las distintas partes del cuerpo que se trabajan. "Lo que la eutonía denomina 'cualidades de la conciencia' y sin las cuales no pueden realizarse los trabajos son: atención, intención, dirección y precisión. Los trabajos no deben realizarse en forma mecánica", dice Frida, y agrega que "en estos trabajos no hay que copiar a nadie, no se imita. El objetivo es poder ser un poco más dueño uno mismo". Y cuando dice esto lo dice bastante literalmente: poder ser dueño, por ejemplo, del propio cuerpo, con sus dolores y molestias incluídos, pero sin que esos dolores rijan la vida cotidiana. Reaccionar sin susto, por ejemplo, ante una repentina puntada en la cadera o saber alejarse diez minutos de la computadora para hacer alguno de los ejercicios que alivie la cervical. Respecto de la cervical, justamente, Frida advierte que a veces, "a partir de un mal uso pueden aparecer patologías que comprometen no sólo las cervicales sino también los brazos y toda la columna. Entonces se trata de aprender a dirigir la atención para revertir ese mal uso, y por lo tanto esas patologías que se derivaron de él." Poder modificar comportamientos corporales que uno ya consideraba "inmodificables", entonces, lleva a modificar otros tipos de comportamientos de conducta. Por eso cuando la eutonía habla de "tono" se refiere al tono psico-físico. Y un tono psico-físico equilibrado puede, sin ninguna duda, cambiar el cristal a través del cual miramos la vida. Acerca de Frida Kaplan Nacida en Buenos Aires en 1938, Frida Kaplan se formó como actriz con maestros como Augusto Fernández y Franklin Caicedo. Sin embargo, su intensa actividad teatral se interrumpió en 1992 cuando Frida decidió dedicarse por completo a la eutonía, después de egresar, en 1990, de la primera Escuela Latinoamericana de Eutonía. Desde entonces no sólo ha formado a otros eutonistas sino que ha desarrollado su propio método para el "embarazo y parto eutónico", recibiendo cada semana en su estudio a parejas de futuros padres que desean estar en contacto con sus hijos desde el comienzo del proceso de gestación. En la actualidad Frida integra el Consejo Académico de la Escuela de Eutonía perteneciente a la Asociación Argentina y Latinoamericana de Eutonía, y viaja regularmente a España a dar sus talleres. (Para mayor información comunicarse con Frida Kaplan al 4862-5171 o, por mail, escribiendo a eutoniakaplan@gmail.com ).[L1] CON EJERCICIOS PUNTUALES Algunos ejercicios eutónicos Los siguientes trabajos sirven para liberar las molestias que pueden aparecer en la columna, especialmente en la zona lumbar, cuando se trabaja de pie, y liberar las tensiones de las piernas. Hay que aclarar que no es necesario tomar un curso de anatomía para asistir a las clases de eutonía: los términos desconocidos se explican antes o durante el ejercicio, tanto por medio de láminas como reconociendo el propio cuerpo. 1)Éste es un trabajo excelente para aliviar las molestias en la zona lumbar y el cansancio de las piernas. La persona debe acostarse en el suelo, se puede colocar una manta -es importante que no tenga frío-, y hay que ubicar debajo del sacro (el sacro es la última parte de la columna) un almohadón, y poner las piernas sobre una butaca, con una flexión de 90º. Quedarse en esta posición dirigiendo la atención al rostro, para que no esté tenso el entrecejo, la mandíbula debe estar distendida. Simultáneamente, dirigir la atención al espacio que está en contacto con el almohadón, sintiendo la temperatura y la sutil actividad interna que despierta este contacto, permitiendo que se liberen las tensiones de los glúteos, de la musculatura del suelo pélvico, de los muslos, de las rodillas, de las piernas. Quedarse en esta posición de diez a quince minutos. 2) En la misma posición bajar las piernas de la butaca, quitar el almohadón, apoyar el pie derecho en el suelo, estirar la pierna izquierda en dirección al techo, entrelazar los dedos de las manos por debajo del muslo izquierdo y con la pierna izquierda extendida hacer un movimiento, sin esfuerzo, hacia la izquierda y volver al centro. Ir hacia la izquierda no significa llegar hasta el suelo, sólo moverla lo necesario para sentir que la articulación sacro-ilíaca y el omóplato izquierdo están siendo masajeados. Hacer este trabajo diez veces, cambiar de pierna, y así realizar tres series. 3) En la misma posición, acostados, ubicar una caña de bambú (puede ser también un palo de escoba u objeto de similar tamaño y textura) debajo de las rodillas. Tomar con las manos los extremos del bambú y realizar un sutil movimiento lateral, también sintiendo cómo la parte posterior va siendo masajeada. Luego elevar las piernas y deslizar el bambú desde los isquiones en dirección a las rodillas.